Reto 3 transversalidad

LA TRANSVERSALIDAD DE GÉNERO.

Es importante recalcar que las desigualdades de género persisten prácticamente en todos los ámbitos de la vida en sociedad y en todas las áreas y campos. Las variables de: sexo, orientación sexual, identidad y expresión de género explican diferencias significativas respecto del acceso a los recursos, a las estructuras de decisión y al disfrute de bienes y derechos por parte de las personas.

 Transversalización de género, Mainstreaming o Enfoque Integrado de Género (EIG) ​ es un concepto de política pública que consiste en evaluar las diferentes implicaciones de cualquier acción política sobre las mujeres y hombres, lo que incluye la legislación y programas de cualquier área o nivel.

Los estereotipos de género los puedes ver también presentes en el ámbito laboral. Categorizamos a hombres y mujeres en las profesiones a las que deben dedicarse, le adjudicamos roles laborales según el género al que pertenezcan. Algo que puede dar situaciones en las que la igualdad se vea perjudicada.

. Hombres y mujeres quedamos encasillados no solo en determinadas profesiones, sino que también esperamos de ellos que se comporten de un modo específico.

En prisiones, aunque se ha hecho avances, como hacer un cuerpo único de funcionario/as  (hasta hace cinco años existía un cuerpo de funcionarias, destinado a la vigilancia de mujeres presas y otro de de funcionarios para los hombres presos), todavía queda mucho por hacer.

Realmente no hay nada escrito para que las mujeres ocupen cargos de dirección, lo cierto es es que cada vez hay más, pero al no permitir alguna profesiones como la de las trabajadoras sociales, eminentemente desempeñada por mujeres, impide que más mujeres puedan ejercer funciones directivas. El resultado es uno: desigualdad por condición de género.

Una actuación concreta sería el cambio de perfil para acceder a los puestos de dirección.

En lo que corresponde a la salud laboral, no existe, por ejemplo, un catalogo de funciones que pueden realizar las mujeres en periodo de gestación, viéndose en muchas ocasiones obligadas a coger bajas laborales. Hay que incentivar planes y medidas de igualdad que incluyan actuaciones concretas en materia de prevención de riesgos laborales.

Es necesario establecer programas de formación específica en materia de salud laboral, con las necesarias campañas de difusión de la cultura de prevención de riesgos desde una perspectiva de género en materia preventiva.

No existe esa desigualdad solamente dentro de las profesionales sino también dentro del colectivo de personas internas. Las prisiones están construidas pensando en hombres, de tal manera que en los módulos destinados a mujeres ns encontramos con váteres destinados a hombres. Al ser siempre el colectivo de presas menor que el de presos, el funcionamiento de los centro penitenciarios están pensado en hombres, así el acceso a talleres productivos es más difícil para las mujeres, cuando está permitido. En muchas ocasiones, con el mandato paternalista de vigilar por su seguridad, no tiene acceso a muchos destinos remunerados.

Se necesitan unas gafas moradas y con aumento para arreglar esta situación.